.

Mostrando entradas con la etiqueta Siglo XIV. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Siglo XIV. Mostrar todas las entradas

sábado, 2 de marzo de 2024

El Tercer Testamento: Lucas


Un inquisidor caído en desgracia investigará un asesinato en un convento escocés, que le llevará a descubrir un gran misterio cuya clave se encuentra en una biblioteca secreta de Toledo. El destino de los personajes se trazará en este apasionante thriller ambientado en la tenebrosa Europa medieval del siglo XIV.


Marcos

Mateo










domingo, 25 de febrero de 2024

Suicidio colectivo antes de rendirse

25 de febrero de 1336, cuatro mil defensores de Pilėnai cometen suicidio en masa en lugar de ser capturados por los Orden Teutónica.





Pilėnai (Pillenen en alemán) fue una fortaleza de la colina en el Gran Ducado de Lituania, cuya ubicación exacta se desconoce y es objeto de debates académicos: sin embargo, es bien conocida en la historia de Lituania por su heroica defensa contra la Orden Teutónica tuvo lugar en 1336. Atacada por un gran contingente de caballeros alemanes, la fortaleza, bajo el Príncipe Margiris, trató en vano de establecer una defensa adecuada contra los atacantes. Al quedarse sin todas las opciones disponibles, los defensores decidieron quemar sus propiedades y suicidarse en lugar de rendirse a los enemigos o conceder botín. (F)



El castillo de Pilenái es una fortificación sobre la que se han escrito historias y leyendas, y cuya localización siempre había sido un misterio. El castillo es más famoso por el suicidio colectivo de 4.000 personas que no quisieron vivir sometidas. El castillo funcionó como fortaleza lituana ante los intentos de invasión de los cruzados alemanes hace más de seis siglos y medio, hasta que en 1336 los lituanos se encontraron rodeados por los cruzados y decidieron acabar con sus vidas antes que someterse al enemigo y perder su libertad.

Hallan el mítico castillo lituano donde 4.000 personas entregaron la vida

Un castillo (imagen referencial) - Sputnik Mundo

Así lo aseguran arqueólogos lituanos. El castillo funcionó como fortaleza lituana ante los intentos de invasión de los cruzados alemanes hace más de seis siglos y medio, hasta que en 1336 los lituanos se encontraron rodeados por los cruzados y decidieron acabar con sus vidas antes que someterse al enemigo y perder su libertad.

¡Que vienen los alemanes!

Los primeros cruzados alemanes entraron en el territorio de los actuales países bálticos a finales del siglo XII y principios de XIII y no en son de paz, sino con la Palabra de Dios. Pero las tribus locales se negaron a abandonar sus creencias y a abrazar el catolicismo de los germanos, ante lo que los invasores se sentían legitimados para hacerse con los territorios y las riquezas de los paganos.

Pero muy pronto quedó claro que la reducción de los pueblos bálticos requería de una fuerza militar poderosa y organizada. De ahí que en 1202 los alemanes fundasen la Milicia de Cristo de Livonia, también conocida como Caballeros de Cristo. La orden no funcionó, y en 1236 los samogitios y los semigalianos —los actuales letones y lituanos— la derrotaron en el río Saule.

Tuvo que llegar la Orden de los Caballeros Teutónicos para, finalmente, acabar sometiendo a los letones y a los estonios, tras lo que, aun así, se negaron a abandonar las tradiciones de sus padres y abuelos.

Pero a diferencia de otras tribus bálticas, los antepasados de los actuales lituanos no se sometieron inmediatamente a los caballeros teutones. De modo que la guerra entre estos y aquellos duró siglos y no terminó hasta el siglo XVI, cuando la Orden de los Caballeros Teutónicos abandonó el Bálticos bajo la resistencia y la presión de los actuales polacos y lituanos.

De las historias de las guerras, las derrotas y las hazañas de los lituanos se conservan pocos documentos, sobre todo porque este pueblo no acostumbraba a documentarlas. De ahí que sean muchas las leyendas que se conservan, muchas de ellas, probablemente embellecidas.

Antes muertos que sometidos

El asedio al castillo lituano de Pilenái a manos de los prusianos es una de esas leyendas. Según se cuenta, un día los prusianos consiguieron derrotar al ejército del rey lituano de Pilenái, matar a este y capturar a su hijo pequeño, Marguiris. Los cruzados se lo llevaron a Prusia y trataron de educarlo a su manera lejos de su tierra. Marguiris creció sin recordar a sus padres ni su idioma.

Sin embargo, cuando el pequeño cumplió 20 años, se encontró con un prisionero lituano en la capital de Marienburgo que consiguió despertar en el corazón de Marguiris los sentimientos olvidados por su patria. Marguiris huyó y regresó al castillo de Pilenái, donde pudo volver a reunirse con su madre.

Los alemanes, sin poder perdonar la fuga del joven lituano, enviaron al ejército comandado por el caballero Dietrich von Altenburg contra el castillo. Llegaron el 25 de febrero de 1336. Según las crónicas alemanas, en el interior del castillo había 4.000 semigalianos y todos, desde el primero al último, defendieron el castillo, construido en un lugar elevado y rodeado de un foso y altos muros con gruesos troncos de roble.

Pero los enemigos les superaban en número. Las mujeres hicieron un fuego en medio del patio del castillo y allí, los lituanos, sabiendo lo que estaba por venir, quemaron todas sus pertenencias. Convencidos de que preferían morir siendo libres antes que vivir siendo esclavos, mataron a los niños, a los enfermos, a los heridos y, finalmente, se suicidaron. El fuego acabó engullendo todo el castillo.

¿Pero dónde está el castillo?

Los arqueólogos han informado de que el castillo de Pilenái está en el distrito de Silale, en la provincia de Taurage —una región al oeste de Lituania conocida como Samogitia—. Según científicos estadounidenses, en Silale existe una zona elevada que presenta señales que bien podrían pertenecer a las de un castillo.

Gintautas Zabela, investigador de la Universidad de Klaipela y director de la investigación, reconoce a Lenta que por ahora el objetivo del equipo de arqueólogos es modesto: averiguar a qué época corresponde el montículo y buscar cualquier tipo de información que pueda confirmar o desmentir la hipótesis sobre la ubicación del 'castillo de los suicidios'. (F)



viernes, 2 de febrero de 2024

El Tercer Testamento (2) Mateo


Varios años antes de que El Código Da Vinci desatara el furor por las intriga religiosos, con misterios milenarios, claves secretas y revelaciones que cambiarían el destino de la cristiandad, el guionista Xavier Dorison y el dibujante Alex Alice presentaron El Tercer Testamento, una saga de aventuras ambientadas en la Edad Media en la que la búsqueda de un secreto milenario enfrentará a diferentes facciones secretas de la Iglesia.


Tomos:
  • I Marcos o El despertar del leon
  • II Mateo o El rostro del ángel
  • III Lucas o El aliento del toro
  • IV Juan o El día del cuervo
Descargar comic:
El tercer testamento 2El tercer testamento 3El tercer testamento 4






viernes, 12 de enero de 2024

El Tercer Testamento: Juan o el día del cuervo



Profecías, conspiraciones, codicia, masacres... 
¿Qué trascendental revelación contiene un misterioso manuscrito para desencadenar tantas convulsionesy derramamientos de sangre? Siglo XIV. Sur de Francia. En una cámara secreta del convento de Veynes, aparece un inquietante relicario labrado en metal precioso. En su interior hay un pergamino cuyo contenido podría hacer tambalear los cimientos de la Cristiandad: "El Tercer Testamento".

Algunos eruditos aseguran que se trata del mensaje entregado directamente por Dios a Julio de Samaria. El conde Conrad de Marbourg, inquisidor caído en desgracia, y Elisabeth de Elsenor seguirán la pista del pergamino a través de un fascinante y peligroso periplo por media Europa en el que deberán enfrentarse a los Templarios, a la Santa Inquisición y a los sanguinarios secuaces Sayn.


Tomos:
  • I Marcos o El despertar del leon
  • II Mateo o El rostro del ángel
  • III Lucas o El aliento del toro
  • IV Juan o El día del cuervo
Descargar comic:
El tercer testamento 2El tercer testamento 3El tercer testamento 4







martes, 17 de octubre de 2023

El Tercer Testamento (1) Marcos o el despertar del león

Varios años antes de que El Código Da Vinci desatara el furor por las intriga religiosos, con misterios milenarios, claves secretas y revelaciones que cambiarían el destino de la cristiandad, el guionista Xavier Dorison y el dibujante Alex Alice presentaron El Tercer Testamento, una saga de aventuras ambientadas en la Edad Media en la que la búsqueda de un secreto milenario enfrentará a diferentes facciones secretas de la Iglesia.
La larga historia de la Iglesia cristiana, sus leyendas y mitos, su secretismo y su papel fundamental en el desarrollo de Europa han sido el caldo de cultivo ideal para desatar la imaginación de numerosos artistas que han visto en la Iglesia y sus entresijos el escenario ideal para ambientar intrigas y misterios varios. Casos como El Nombre de la Rosa de Umberto Eco (y su adaptación cinematográfica protagonizada por Sean Connery) o Indiana Jones y la última cruzada de Steven Spielberg son un buen ejemplo de obras en las que se conjugan elementos propios del thriller o del relato de aventuras con la imaginería cristiana, su historia y sus elementos más esotéricos y fantásticos. El Tercer Testamento sería otro buen ejemplo de este tipo de obras en la que además se añade a la mezcla una buena dosis de épica y ambición. La obra, que supuso el debut artístico tanto de Dorison como de Alice, empezó a publicarse en 1997 y se prolongó durante cuatro álbumes (cada uno de ellos titulado con el nombre de uno de los evangelistas) hasta el 2003 cosechando excelente críticas y un considerable éxito de público.
La trama gira en torno a un misterioso pergamino que contendría un tercer testamento entregado por Dios a Julio de Samaria. Las revelaciones de dicho pergamino podrían hacer tambalear los cimientos de la Iglesia cristiana e incluso afectar al destino de toda la humanidad. La única manera de hallar dicho pergamino es seguir las pistas de Julio de Samaria dejó ocultas en una serie de documentos largo tiempo perdidos en diferentes rincones de Europa. El conde de Marbourg, un antiguo inquisidor, y Elizabeth de Elsenor, la protegida del obispo de París, deberán seguir las pistas para encontrar el manuscrito antes de que el hereje Sayn y sus secuaces se hagan con él. Por el camino deberán hacer frente a las peligrosas hordas al servicio de Sayn, a la Santa Inquisición y los Templarios, todos ellos empeñados en obtener a cualquier precio el Tercer Testamento para sus propios fines.
El gran atractivo de esta obra es la elaborada trama propuesta por Dorison que engancha desde sus primeros compases y que arrastra al lector hasta el intenso clímax final. Inspirada vagamente en personajes reales, la obra no pretende ser una reconstrucción erudita del momento histórico ni de los entresijos de la Iglesia sino que se trata de un entretenido relato de aventuras y misterio con una cuidada ambientación y con un gran sentido del espectáculo. Dorison combina con acierto los elementos más aventureros con los de misterio en una ambiciosa trama que lleva a los protagonistas a lo largo y ancho de Europa, desde París a Toledo, desde las costas de Escocia hasta las calles de Praga, pasando por la verde Baviera o los gélidos parajes del lejano norte en una intriga que va ganando en intensidad y espectacularidad a medida que avanza.



Se aprecia en el guion de Dorison una evolución a lo largo de la obra pasando de un primer capítulo bastante clásico y formal a unos capítulos finales más arriesgados y dinámicos, con ese toque tan cinematográfico que caracteriza a las obras de este autor. Así, lo mejor de la historia lo tenemos en sus dos últimos capítulos, uno de ellos dedicado a la incursión en la fortaleza de uno de los secuaces de Sayn y en la que Dorison muestra su lado más aventurero y el capítulo final para el que se dejan las grandes revelaciones y el gran enfrentamiento entre las fuerzas que van tras el Tercer Testamento, narrado con brío y con un gran sentido del espectáculo (es fácil imaginarse lo bien que luciría esa batalla sobre el glaciar en una película de gran presupuesto).Pero precisamente en esa búsqueda de espectáculo es donde radica la flaqueza de este desenlace, en el que los elementos más épicos eclipsan la resolución del misterio que se ha estado desarrollando desde el primer capítulo, haciendo que la solución a los enigmas sea tratada de forma demasiado discursiva, como si el guionista quisiera adelantar la trama para llegar hasta los momentos de mayor impacto. Esto, junto con el desarrollo un tanto confuso de algunos personajes, hace que el guion de Dorison no sea todo lo redondo que se podría esperar dadas las expectativas creadas durante el trascurso de la historia, aunque queda compensado con un desenlace bastante satisfactorio y poco condescendiente.
El otro puntal de esta obra es el excelente apartado gráfico proporcionado por Alex Alice. Este artista es uno de los talentos más interesantes surgidos a finales de los 90 en Francia y cuenta con una producción escueta pero muy sugerente en la que podemos encontrar la magnífica Sigfried, particular revisión del mito de los nibelungos, y la prometedora El castillo de las estrellas, una especie de mezcla de relato de Julio Verne y Hayao Miyazaki. En El tercer testamento nos encontramos a un Alice primerizo, que apunta excelentes maneras pero que aun no ha acabado de pulir su estilo. A lo largo de los cuatro capítulos de la historia podemos apreciar cómo va perfeccionando su arte hasta alcanzar unas cotas altísimas en el último capítulo. El arte de Alice destaca por el excelente trabajo de composición de cada página y por la espectacularidad de los momentos de acción. Sus viñetas están repletas vertiginosos picados y contrapicados que enfatizan el dramatismo de algunas escenas y resaltan los espectaculares decorados que el artista plasma con especial atención al detalle. Uno de los puntos fuertes del dibujo de Alice es el uso que hace de la tinta negra con la que consigue impresionantes contrastes y espectaculares volúmenes que dan aun más fuerza a las escenas más dramáticas y una gran profundidad en los planos de ambientación. Si hubiera que ponerle algún pero al trabajo de Alice, estaría en la narración un tanto confusa del enfrentamiento final entre Marbourg y Sayn que se hace un poco difícil de seguir aunque tengo la sensación de que el guion de Dorison puede tener algo que ver en el resultado final de dicho pasaje. En todo caso, si el guion de Dorison no es motivo suficiente para acercarse a este cómic, sin duda, el arte de Alice debería convencer a cualquiera para darle una oportunidad a esta magnífica obra.